Un millón de bebés canguro serán asesinados este año, arrancados de las bolsas de sus madres moribundas y avocados a una muerte segura de inanición o frío. Son la "basura" de la nueva industria creciente de Australia (carne y piel de canguro). 7 millones de canguros adultos también serán disparados para abastecer los mercados mundiales, y las cifras se incrementan de forma imparable.
La compañía que más ayuda a estas carnicerías es ADIDAS haciendo grandes campañas para sus caras deportivas, las ADIDAS PREDATOR. Estrellas mundiales como David Beecham fomentan esta brutalidad llevando y promocionando las botas PREDATOR.
El gobierno australiano ve a los canguros como un gran producto para exportar, justificando la masacre con multitud de mitos infundados. Adidas simplemente les hace el eco, diciendo que los canguros destruyen los campos de cereales y degradas los campos de pasto. Los nuevos estudios científicos muestran que en más del 90% de los campos de cereales nunca se ha visto un canguro y que tienen poco impacto sobre el ecosistema actual.
Pero peor aún, las grandes pieles demandadas por ADIDAS y otros fabricantes de calzado amenazan a las mayores especies de canguro: el canguro rojo. Escoger a los animales más grandes y musculosos por sus pieles es el gran potencial para causarles la extinción.
Las matanzas toman lugar por las noches y sin ningún control. A muchos animales se les dispara mal y se les mete en camiones con ganchos de acero clavados en sus patas, boca abajo, mientras siguen vivos. Es la mayor masacre de vida salvaje jamás conocida.
Australia exporta más de 3 millones de pieles de canguro y ganan más de 20 millones de euros del mercado europeo y estadounidense cada año. La gran mayoría de estas pieles son usadas para hacer botas de fútbol, incluyendo las ADIDAS PREDATOR y las UMBRO XA1, que se venden en todo el mundo. El cuero de canguro también se usa para guantes de
golf y de béisbol. Los productos suelen ser etiquetados como "K leather" (Cuero K) o "RKT": rubberised kangaroo technology (tecnología de caucho de canguro) para nublar el hecho de que están hechas de pieles de canguros despedazados.